Mensaje de la Sra. Irina Bokova,
Directora General de la UNESCO,
con ocasión del
Día Internacional de la Mujer
Una promesa es una promesa: el momento de actuar para
poner fin
a la violencia contra la mujer
8 de marzo de 2013
En el Día Internacional de la Mujer celebramos los grandes
avances que se han logrado en la promoción de los derechos de la mujer y a las
heroínas individuales, niñas y mujeres, que están haciendo historia en
sociedades de todo el mundo.
Es este también un día para examinar con objetividad dónde
estamos situados y reflexionar sobre los obstáculos que siguen existiendo. La
violencia contra la mujer es una de las violaciones más mortíferas y
generalizadas de los derechos de la mujer en todo el mundo. La violencia adopta
muchas formas -física, sexual, psicológica y económica-, pero el resultado
sigue siendo la misma violación devastadora de los derechos fundamentales y la
dignidad humana. Se está realizando una labor concertada a todos los niveles
para poner fin a esta violencia, pero los avances son extremadamente lentos.
El brutal ataque perpetrado el 9 de octubre de 2012 contra
Malala Yousafzai, una niña de 14 años a la que dispararon por defender el
derecho de las niñas a la educación, nos recuerda los obstáculos que debemos
superar. Por este motivo, la UNESCO trabaja con gobiernos de todo el mundo para
apoyar el derecho de las niñas y las mujeres a una educación de calidad en
condiciones de seguridad. Se trata de una cuestión esencial, no solo para la
justicia social, sino también para el desarrollo sostenible.
El 20 de diciembre de 2012, la Asamblea General de las
Naciones Unidas aprobó una resolución histórica encaminada a intensificar las
iniciativas mundiales para eliminar la mutilación genital femenina y la
ablación. Se calcula que entre 100 y 140 millones de niñas y mujeres de todo el
mundo han sido víctimas de esta práctica, y que solo en África tres millones de
niñas están en peligro cada año. Estas prácticas afectan a las niñas y las
mujeres de por vida, frenan su desarrollo, socavan su confianza y tienen
amplias repercusiones en las sociedades. La resolución de las Naciones Unidas
es un paso histórico, a cuyo avance debemos contribuir todos.
La UNESCO trabaja en todos los ámbitos para acabar con la
violencia contra la mujer. Las leyes solas no bastan. Debemos educar para
forjar nuevas normas y conductas. Debemos apoyar a las mujeres para que sean
líderes en todos los campos del quehacer humano, empezando por las prioridades
de la UNESCO de la educación, la ciencia, la cultura, la comunicación y la
información, incluidos los medios de difusión. Para empoderar a las mujeres y
garantizar la igualdad, debemos hacer frente a todas las formas de violencia
cada vez que ocurran. Esta es la promesa de la UNESCO en el Día Internacional
de la Mujer.
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